PESADILLA EN PONFERRADA (2)


   La primera página desprende un acre olor a neumático quemado y una pareja de gaviotas que se posan en el pretil de un puente. 
    Al otro lado de la ría del Sil, un hombre vestido de negro silba una canción de moda: es un tipo recién salido del Ayuntamiento que está esperando...


    Ella acaricia el libro como si fuera un gato. Pasa a la página siguiente y ve cómo el hombre de negro se adentra en una barriada ultramoderna, prende fuego a dos cubos llenos de rosas secas y se pone como loco a reír a carcajada limpia... Los ojos de ella se colman con la visión de la barriada en llamas. 
   Se decide entonces a entrar en el primer bar que encuentra. Le sirven una cerveza sin alcohol, vuelve a posar sus ojos en la misma página. El hombre de negro, inexplicablemente, aparece asesinado en la bahía del Pajariel. Y se oye la sirena de un furgón de la Policía Municipal: entre rejas se llevan a tres traficantes ilegales de armas recién detenidos en Ponferrada. La escena parece conmoverla levemente. Toda la ciudad se mantiene alerta.


   Al pie de la tercera página figura un poema en forma de revólver, lo lee despacio, y de repente sale de él volando una mariposa blanca. Aterrada, entrecierra el libro. Ve cómo la mariposa revolotea alegremente sobre las cabezas pensantes del bar, atraviesa por fin el ventanal, y la pierde de vista... Aún no se ha repuesto del golpe cuando por la puerta del bar entra un vagabundo (¿un espía?), se acerca a ella, le devuelve la traviesa mariposa, que penetra delicadamente en el poema, y le dice “hasta la noche” como quien se despide de su amante. ¿Qué le está pasando? ¿Estará enferma?
    Y sin embargo sigue hacia delante, se siente atrapada por el dibujo expresionista de la ciudad y dos nuevos personajes que surgen con un halo de misterio: un joven con pinta de periodista que porta un micrófono y una mujer de unos treinta años con ojos de leona en celo han salido de la estación de metro de Compostilla y caminan muy aprisa por la avenida de la Libertad. Ahí entonces se encuentra con una lúcida digresión sobre las arteras estrategias que están utilizando los tres grandes partidos políticos de Ponferrada...


    Le cuesta trabajo entender, pide otra cerveza, se libra como puede de esa malla y avanza hasta una escena que tiene lugar en la terminal del aeropuerto de Flores del Sil, y en la que se enfrentan a gritos el alcalde de la ciudad y el jefe del partido de la oposición. Pasa con alivio a otra página y, atónita, observa cómo poco a poco se va grabando sobre el blanco de la hoja una figura de mujer bebiendo... ¿Pero qué sucede ahí? ¿Por qué ese griterío? Va a interrumpir con rabia la lectura cuando el joven del micrófono de oro y la mujer de ojos de leona irrumpen en el local, como fieras se quedan mirándola... Le piden el carnet de identidad, le arrebatan la pistola, no opone resistencia... 

-¿Así que tramando el asesinato del nuevo alcalde? 
-¡Queda detenida!



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