ALMENDROS

      
          Hasta el Café se extiende esta mañana la luz de los almendros. Allá en las colinas están proclamando sus flores la resurrección. Frágil geografía. La albura de los almendros, el grito pastoral. Yo también les enviaría a dar una vuelta a orillas del mar ‘para que enjuaguen de sus rostros el polvo de nuestra tristeza’. Pero por qué exigirle nada al árbol. Y de sus flores... mejor no hablar, no sea que antes de tiempo se marchiten.