Alpargata quemada, ruptura de utopía,
le cuesta subir a mi barrio la noche.
Toquemos con suavidad los colores del otoño,
que no se rompan.
Vendrá el invierno y tendrá sus músculos.
Pero le cuesta a mi barrio subir la noche.
Entremos pues en la taberna...
Ya saldremos
Ya saldremos
a la hora de los desobedientes.
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